A raíz de mi visita a la hermana república de Haití el pasado sábado e llegado a la conclusión de que no es verdad lo que se dice en los medios de comunicación nacional e internacional. La realidad hay que vivirla, parparla con sus manos y mirarla con sus propios ojos para sacar una conclusión de cómo quedo la capital de Haití.
Pude observar que en Haití no bastarían las ayudas que están ofreciendo los países del mundo si no hay tiempo para satisfacer las necesidades básicas de nuestros hermanos. Para una reconstrucción de Haití se necesitaría más de 5 años ya que más de un 90% de las infraestructuras de Haití sufrieron daños considerables (las que están destruidas en su totalidad)
Algo que quiero resaltar es como se encuentran las personas después del terremoto y es que la desolación y la impotencia se han apoderado de ellos, tu lo puedes ver como caminan de arriba para abajo y viceversa sin un rumbo, sin una esperanza sin un consuelo.
Estando estacionado frente al palacio presidencial de Haití pude ver el aterrizaje de unos helicópteros con ayudas para los damnificados que están en los alrededores del ex palacio
Y vi como sin medir consecuencia cientos de haitianos se subieron en las verjas para pedir alimentos para saciarse.
Mi exhortación es que sigamos ayudando porque DIOS AMA EL DADOR ALEGRE.
ATT. CARLOS BATISTA
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