SANTO DOMINGO.-Ayer al mediodía, una yipeta negra con placa de Estado se estacionó frente al edificio de cuatro plantas en que vive un joven dominicano de 24 años en el sector La Venta de Manoguayabo, a quien la vida le ha deparado una serie de pruebas, enfrentadas por él con dignidad singular.
El ministro de la Juventud, licenciado Franklin Rodríguez, motivado por la presentación del caso de Henry Alcántara, quien fuera dejado en silla de ruedas por un accidente médico cuando iba a ser operado de un pie, pese a lo cual y venciendo todas las limitaciones, decidió seguir estudiando, se hizo bachiller y ahora aspira a ser un profesional.
El funcionario nombró al joven Alcántara con un salario de 8 mil pesos mensuales para que forme parte de un grupo de motivación juvenil.
Además obtuvo una beca para estudiar Ciencias Políticas y no ha podido usarla por falta de un transporte a la UASD y un acompañante.
Rodríguez le manifestó que el Ministerio tiene el deber de apoyar jóvenes ejemplares y pese a que no se pueden otorgar ayudas directas como plan social, se decidió hacerle un nombramiento par que rinda una labor: ofrecer charlas de estímulo a los jóvenes.
Henry hablará a grupos juveniles ofreciendo su experiencia como una forma motivar a que se enfrenten las dificultades y se transformen mediante la educación en seres dignos y útiles a la sociedad.
Sobre otras necesidades que tiene Alcántara, una vivienda en una primera planta y la posibilidad de viajar a Cuba para someterse a un promisorio tratamiento que le devuelva la mayor movilidad posible.
El licenciado Rodríguez indicó que el Ministerio no tiene solución inmediata pero ofreció hacer contactos en otras instancias y llamó a que el caso sea visto por toda la sociedad como un ejemplo.
“Este joven merece ser ayudado. Este es un valor y un patrimonio de la juventud”, expresó.
El joven Alcántara vive con su familia, integrada por su abuela, su madre Felícita y tres hermanas (seis personas en total) en dos habitaciones de una cuarta planta, donde le es difícil movilizarse.
“El estrecho espacio le dificulta su movilidad”, expresó su madre.
Necesita ya otra silla de ruedas, la que tiene, con una base plástica, ya esta deteriorada y le está produciendo daños a su cuerpo.
Desde que El Nacional publicó el caso del joven Alcántara, diversos sectores de la sociedad y personas particulares se han interesado.
Cualquier ayuda a este joven puede canalizarse a través del teléfono (809) 847-6059.
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